Recorrer sus paisajes en un caballo peruano de paso es una de las gratas opciones que ofrece Arequipa a los amantes de la naturaleza y la aventura.Aquí se juntan varias razones que pueden regalarnos una experiencia inolvidable, entre otras la gran variedad de paisajes, el clima soleado y agradable y la crianza muy difundida del caballo peruano de paso.

Salir a recorrer la campiña arequipeña nos llevará a conocer una serie de pueblos cercanos como Sabandia, Yumina, Characato, Mollebaya y Yarabamba donde podemos disfrutar de hermosos paisajes y entender la historia de esta parte del Perú.

En estos lugares podemos ver la andenería pre-hispánica que convirtió en cultivables los cerros áridos y los lugares a donde llegaron para quedarse los primeros españoles, lo que se refleja en su arquitectura fuerte y bella a la vez que austera.

También podemos salir a recorrer el desierto que nos rodea y nos ofrece experiencias distintas y a la vez mágicas: dunas donde se pierde la vista en la inmensidad y que de tanto en tanto nos regalan algún oasis perdido para nuestro disfrute, mares de arena y la llegada a algún río que cambia la aridez en diferentes tonos de verde.

El clima soleado y agradable seguramente nos regalará jornadas inolvidables que quedarán grabadas en nuestro recuerdo y en nuestros corazones.

Otra opción, a dos horas de la ciudad, es cabalgar al lado del mar en lugares como Mejía o Camaná entre los campos de cultivo y las interminables playas de arena y visitar las lagunas donde se pueden observar una gran variedad de aves residentes y migratorias.

Además, tenemos rutas excepcionales por los caminos de herradura del Valle del Colca, Valle de los Volcanes y Cotahuasi, una forma distinta de recorrer los Andes acompañados de guías locales que nos ofrecerán experiencias inolvidables.

¿Por qué en un caballo peruano de paso?

Es interesante saber que esta raza de caballo oriunda del Perú declarada Patrimonio Cultural y Producto Bandera desciende de los caballos que trajeron los españoles con la conquista. Por algún motivo que tiene que ver con nuestra especial manera de ver la vida, a través del tiempo los peruanos fuimos seleccionando ejemplares con ciertas características: garbosos y bellos a la vez que muy cómodos en su desplazamiento y de gran brío y temperamento, pero a la vez nobles. Hoy esta raza única está reconocida como el caballo de silla más suave del mundo y se cría en muchos otros países, por lo que conocerla y disfrutarla es casi un deber para quienes vivimos en el Perú y para quienes nos visitan.